Garantía de por vida,
pack de ilusiones a la venta.
En un viaje a que sonrías,
lugar abstracto donde cuentan
que reclamas mi abadía.
¿Quién se columpia sobre el aire?
Todo dependió de lo que diste
y que perdiste la llave.
Entrada abierta, mente despierta,
ánima descubierta.
Tuyo sentimiento hundido,
se ignoró fase de alerta.
Escapó la fase negra
y se llevó toda penuria.
¡Tiempo inútil!, ¡Tiempo malo!,
¡Ya marchaste con la lluvia!...
...a esconderte en la maleza...
Y ahora, se sabe como actúas,
y la fecha en que regresas.
Y dibujo cómo piensas,
pero no es nada factible.
Cuando vienes de noventa,
ya es un acto previsible.
Lo que la boca te cuenta,
son palabras invisibles,
sentimientos comprensibles...
Un molino por las nubes
ni las aspas son creíbles.
Roja y blanca la mañana,
al borde de lo imposible.
¿Quién se cree las filigranas?
¿Quién se llevó las ganas?
¿Qué robaron ahí adentro
para que sufra esa llama?
Qué vacío está el convento...
qué poco el rostro exclama
en el viaje hacia el paraje
de mi tribu de samanas...
¿Cuánta duda viaja con
el do, el re y el fa?
Poco cierto hay de claro
en tu boca fantasmal.
De forraje está relleno
el cuerpo del mal,
el pecado cometido
marcó la senda hacia su sino,
hacia la vuelta al retorno,
la garantía del amigo...
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